La digestión es un proceso fundamental mediante el cual los alimentos se descomponen en nutrientes, que serán absorbidos y utilizados con funciones energéticas, estructurales y/o reguladoras.
Sin embargo, en ocasiones, puede aparecer una sensación incómoda de plenitud y malestar, como si la digestión se convirtiera en un proceso lento y pesado. En este artículo, vamos a explorar cómo podemos favorecer un adecuado proceso de digestión, qué alimentos pueden ayudarnos y cómo podemos evitar una mala digestión.
¿Cómo podemos mejorar la digestión?
Para que los alimentos nos proporcionen la energía y nutrientes necesarios se requiere de un proceso mediante el cual el organismo los transforme para poder ser utilizados. Este proceso se denomina digestión, el cual se ve afectado por diferentes factores como el tipo y la cantidad de alimento consumido, cómo lo masticamos o lo que estamos haciendo mientras comemos.
Por ello, la digestión puede verse favorecida si seguimos un estilo de vida saludable y adoptamos una dieta equilibrada y variada. También se recomienda evitar el estrés, comer deprisa sin masticar correctamente los alimentos, las comidas copiosas y un exceso de alimentos ultraprocesados, alcohol o café.
Asimismo, existen alimentos que pueden alargar y afectar al proceso digestivo como pueden ser postres cargados de azúcar, frituras realizadas con aceites reutilizados o alimentos ricos en grasas y azúcares simples como la bollería.
¿Cómo hacer la digestión más rápido?
Un adecuado proceso de digestión requiere de un tiempo adecuado que puede depender tanto de factores individuales como del alimento consumido. Entre estos factores podemos encontrar la edad, la musculatura del aparato digestivo, las enzimas segregadas por el organismo, la composición del alimento o la cantidad ingerida.
Aun así, de forma aproximada, los alimentos tardan entre seis y ocho horas en pasar por el estómago y el intestino delgado, aunque el proceso completo hasta la eliminación de desechos requiere de varios días.
Algunos alimentos, como aquellos con una composición rica en grasa, pueden producir que el vaciamiento del estómago se realice de una forma más lenta. Sin embargo, podemos favorecer un adecuado proceso de digestión si consumimos cantidades moderadas de alimentos considerados más saludables, dejando a un lado alimentos procesados con alto contenido en azúcares y grasas saturadas.
Asimismo, se recomienda comer en un ambiente relajado, sin presión por tener que comer rápidamente y masticando sin prisa, ya que la masticación es una parte muy importante de la digestión. Por ello, no olvides comer tranquilamente, disfrutando del sabor de cada bocado.
Para evitar que las digestiones afecten a nuestro reposo nocturno, conviene evitar consumir comidas copiosas justo antes de irnos a dormir y evitar tumbarnos inmediatamente después de las comidas ya que esa postura puede enlentecer el proceso de digestión.
¿Cómo acelerar la digestión después de comer?
Generalmente se recomienda mantener un estilo de vida saludable, incluyendo la realización de ejercicio físico moderado de forma diaria. No obstante, una vez que hemos comido, también podemos realizar un paseo corto de unos minutos para favorecer el proceso de digestión y el tránsito intestinal.
También conviene recordar que el estrés puede provocar un gran impacto en nuestra digestión, afectando a la motilidad intestinal, a las secreciones digestivas o a la flora intestinal. Por ello, pueden utilizarse técnicas de relajación o practicar yoga o pilates que nos ayuden a desconectar de nuestra rutina diaria.
Las infusiones también son muy recomendadas al terminar de comer para facilitar el proceso de digestión, pudiendo elegir particularmente plantas con propiedades digestivas como la manzanilla, la menta o el hinojo.
Alimentos que pueden ayudar a la digestión
Las frutas, verduras, hortalizas y legumbres son alimentos que no deben de faltar de forma diaria en una alimentación saludable, al ser alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales.
Particularmente, la fibra desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de un funcionamiento normal del intestino, lo que favorece el proceso de digestión.
Asimismo, incluir yogures en nuestra dieta nos aportará bacterias probióticas y, por otro lado, como hemos comentado anteriormente, terminar la comida con una infusión también puede facilitar este proceso.
¿Cómo acabar con la mala digestión?
Puede que, en alguna ocasión, tengamos la sensación de malestar o de que la digestión se ha convertido en un proceso lento y pesado. El origen puede ser atribuido a diversos factores, como la ingesta de una comida copiosa o el acto de comer rápidamente, entre otros, aunque si esa situación es recurrente se recomienda la valoración por parte de un especialista.
Para prevenir las malas digestiones es fundamental seguir una dieta equilibrada y variada, junto con un estilo de vida saludable. Mantener unos horarios regulares de comida también es una práctica recomendable, evitando picar a deshoras o saltarse comidas. En general, se aconseja realizar entre cuatro y cinco comidas diarias.
Asimismo, en la medida de lo posible, hay que tratar de controlar la ansiedad, comer despacio, masticar bien los alimentos y evitar comer frituras y alimentos irritantes de la mucosa gastrointestinal.
Además, podemos realizar un registro de alimentos que nos permita identificar si alguno de ellos nos sienta peor y comunicárselo a nuestro profesional sanitario.
¿Qué se puede tomar para mejorar la digestión?
Para favorecer el proceso de digestión es posible consumir los alimentos anteriormente comentados como frutas, verduras, hortalizas y legumbres, así como evitar alimentos irritantes de la mucosa gastrointestinal o aquellos con una alta composición en grasas saturadas y azúcares.
Asimismo, se recomienda consumir las comidas ni muy frías ni extremadamente calientes y usar técnicas de cocción u horneado que harán que el alimento tenga una menor cantidad de grasa en comparación con una fritura.
A lo largo del artículo, se han ofrecido diferentes recomendaciones para promover una adecuada digestión como seguir una dieta equilibrada y variada, junto con un estilo de vida saludable, mantener unos horarios regulares de comidas, seleccionar adecuadamente los alimentos y comer despacio, masticando bien cada bocado.
Además, se aconseja evitar comidas copiosas y, en caso de realizarlas, es posible consumir dos cápsulas de Resalim Plus, complemento alimenticio a base de extractos de alcachofa, piña, grosella negra y arándano para ayudar a metabolizar comida y bebida. Reforzado con vitaminas B1 y B6 que contribuyen a un buen metabolismo energético, de las proteínas y del glucógeno.